¿Has llegado hasta aquí porque quieres ser una madre perfecta?. ¿No estás un poco cansada de buscar la perfección?. Seguramente estás agotada, frustrada, abrumada, tu peque no te hace ni caso, no te da tiempo a nada, la casa está hecha un desastre, te faltan fuerzas, paciencia y crees que deberías poder con todo y algo estás haciendo mal. La pregunta es: ¿Qué es para ti una madre perfecta?. Si aún no lo tienes claro, atenta. Aquí vienen los 7 consejos para ser una buena madre.
- Las madres perfectas no limpian a fondo. Acepta que tu casa ya no será la que era antes. Tienes uno o varios decoradores que le darán otro enfoque decorativo a la casa. Cuanto antes lo asumas mejor. No te agobies sino limpias todo en un día y no pierdas el tiempo en hacerlo todos los días.
- La perfecta madre no es una chef. No, no tienes que hacer platos elaborados y super sanos todos los días. Comer sano está muy bien pero si un día no tienes tiempo y comen pizza o un sandwich mixto, o como se dice en mi tierra «un bikini», tampoco pasa nada. Habrá días duros, no te eches la culpa por no haber podido cocinar algo decente.
- La madre perfecta es resolutiva. Ante los problemas básicos soluciones ingeniosas. Qué siempre van a la basura y no queremos que toquen el cubo de basura, solución la escondemos, le distraemos, le ponemos un seguro. Cuando son pequeños no podemos esperar que nos hagan caso a la primera. No vale la pena frustrarse ni pensar que estamos haciendo algo mal porque no obedecen. Los niños no nos retan, son pequeños exploradores incansables que pondrán a prueba nuestra paciencia. Sino recogen los juguetes en vez de mandar hacerlo, es mejor ofrecerles nuestra ayuda y hacerlo juntos. Ellos actúan por imitación. Una acción tiene mejores resultados que una orden y esperar que la acaten.
- La madre perfecta se hace la sorda. No lo digo solo en el sentido de no escuchar a los opinólogos, y oídos sordos a los comentarios fuera de lugar. Nosotras también queremos dormir más. La crianza de los hijos es cosa de dos y no solo de una. Así que sí, hazte la sorda. Que sea el papi quién se despierte. A veces una pequeña patadita disimuladamente (haciéndote la dormida) no viene mal para que preste atención al cántico gregoriano de nuestro pequeño.
- Recuerda, tienes un niño, no un miniadulto. Cada cosa a su tiempo. Pon límites, enseña valores, sin pasarse, sin ser super estricto. No limites su infancia. No te compares y no lo compares. Las buenas madres no quieren niños perfectos, quieren niños felices. No quieras correr enseñándole todo para que sea el más listo. ¿Te has preguntado qué es lo que desearía una madre que tiene un peque con problemas? Yo sí, y seguro que lo que quieren es que ante todo sean felices. Su mayor preocupación no es si su niño no da los buenos días, no dice por favor, no comparte sus juguetes o no saca buenas notas. Su mayor preocupación es mejorar su calidad de vida. Qué pasará cuando ellos (padres o hijos) no estén en este mundo es lo que se preguntan muchas veces. De ellos, las madres perfectas podemos aprender mucho, porque ellos son padres y madres coraje. Juegan en una liga superior.
- Las madres perfectas se rinden. Sí, nos rendimos, lloramos, nos queremos tirar por el balcón, nos desesperamos, gritamos al mundo. Hacemos todo eso y más porque ante todo somos humanas. Pero no nos rendimos para siempre, nos rendimos por un momento. Necesitamos rendirnos para volver a resurgir de nuestras cenizas como el Ave Fénix.
- La madre perfecta es ante todo mujer. Por dedicarte un tiempo para ti no sientas culpabilidad por no estar con tus hijos. Tú también necesitas conectar con tu mundo y el mundo que diga lo que quiera.
La sociedad nos ha dicho como debemos ser las mujeres cuando somos madres. El sistema no nos ayuda. Nosotras mismas nos metemos una presión fuerte. En nuestro papel como madres nos olvidamos de ser mujer o queremos serlo todo a la vez. En cierto modo eso nos ha hecho perder un poco nuestra identidad personal. Creemos que somos imperfectas cuando en realidad somos perfectas. La verdad es que somos guerreras pero toda guerrera necesita un descanso de vez en cuando. Somos humanas, no somos supermamás, no podemos con todo.
Busca una forma de subirte a tus tacones, comerte la noche, el día, el café lo que necesites en ese momento. Ponte tu ropa deportiva y tus zapatillas y cómete el gimnasio o lánzate a hacer tu deporte favorito. Busca tu momento zen (en otro post te contaré cuales son los míos, tal vez eso te ayude). Tu momento de conexión contigo misma y a vivir el día a día con alegría.
Me encantó porque me comprometí muy joven y tengo dos hermosas niñas y un esposo y me e dedicado tanto a ellos que no tengo ánimo ni de arreglarme yo me siento muy mal por eso gracias seguiré buscando consejos
Mucho ánimo. Es importante cuidarse uno mismo, dejar que te cuiden también y no sentirse culpable o egoísta por hacer las cosas que nos hacen felices. Para que todo fluya y los de nuestro alrededor sean felices, tenemos que cultivar nuestra propia felicidad en primer lugar, sino somos felices nadie de los que estén a nuestro alrededor podrán serlo cuando estén con nosotros.Llega un momento que no se puede disimular más y explota por algún lado.