Bebé en movimiento ¿Cómo le preparo su habitación?
Cuando llega un bebé a casa, uno de los retos más emocionantes (y a veces estresantes) es adaptar nuestro hogar a sus necesidades. ¡Todo está pensado para adultos! Muebles altos, superficies fuera de su alcance, y mil objetos que parecen diseñados justo para estar «fuera de su radar». Pero a medida que crecen, esas barreras se van derrumbando poco a poco, y su pequeño mundo comienza a expandirse.
En este artículo, nos vamos a centrar en un espacio clave: el dormitorio del bebé. Este lugar tan especial será su refugio, su zona de confort, y un pequeño universo donde todo debe adaptarse a su tamaño y evolución. Desde cómo elegir una cama que no solo favorezca su descanso, sino también su desarrollo, hasta pequeños cambios que promuevan su autonomía. ¡Vamos allá!
Un Espacio Adaptado al Crecimiento
Es importante tener en cuenta que, a medida que nuestros peques crecen, las barreras que les limitan también cambian. Lo que antes estaba fuera de su alcance, de pronto está al alcance de sus curiosas manitas. Por eso, la clave es crear un entorno que acompañe su crecimiento, donde el movimiento libre y seguro sea lo primordial. Queremos fomentar su autonomía y creatividad desde que empiezan a gatear. A la larga fomentar su autonomía hará que no dependan tanto de nosotros y hará que ellos se sientan útiles a la vez que se aumenta su autoestima. Pero…¿Qué debemos tener en cuenta?

Barreras arquitectónicas en el Hogar Según la Edad y sus soluciones
Antes de meternos de lleno en el dormitorio, repasemos algunas de las barreras más comunes que nuestros peques enfrentan en casa según su edad. ¡Aquí te va una lista rápida!
De 12 meses a 2 años:
- Enchufes y cables expuestos: ¡Son irresistibles! Esos agujeritos en la pared parecen llamarlos, así que mejor mantenerlos tapados. ¡Truco!: no esperes a que empiece a gatear, cuánto antes los tapes mejor, así no te pillará de sorpresa y estrás mucho más tranquila cuando ese momento llegue.
- Muebles afilados o bajos: Los golpes contra las esquinas son inevitables cuando se tambalean por toda la casa. ¡Truco! Protege esas zonas «peligrosas» con protectores que hay en el mercado o churros de piscina cortados por la mitad y cinta de doble cara.
- Escaleras: Una barrera de seguridad es tu mejor aliada hasta que aprendan a subir y bajar con confianza. Mucho cuidado si vives en una casa de 2 plantas y la habitación del bebé está en la planta de arriba. Cuando menos te lo esperes tu bebé empezará a gatear así que mi consejo es que no esperes a que llegue el momento para poner las barreras allá donde sean necesarias.
De 2 a 4 años:
- Encimeras y superficies altas: Ahora que quieren ser parte de todo lo que hacemos, intentarán llegar a las superficies más altas (¡y peligrosas!) de la casa. Ancla todos los muebles para evitar que se caigan sobre tu peque si decidiese trepar a ellos. Puedes bloquear todos los cajones o bloquear solo los de arriba y dejar el cajón de abajo con cosas que pueda agarrar con sus manos e investigar y así tiene su cajón de exploración sin ningún tipo de peligros cerca de sus manitas.
- Puertas y ventanas: Se convierten en expertos abridores de puertas y ventanas. ¡Ojo con los muebles debajo de las ventanas que puedan escalar! Coloca seguros para que no se pillen los dedos y si vives en algún apartamento con riesgo de caerse, considera poner una red de suelo a techo para impedir que caiga. No es muy estético pero recuerda que solo será un par de añitos y tu tranquilidad tiene prioridad antes que la estética. Los peques son expertos en ponerse en peligro en un abrir y cerrar de ojo.
- Objetos pequeños y electrodomésticos: Los peques en esta etapa tienden a explorar con las manos y la boca, por lo que hay que mantener objetos pequeños y electrodomésticos fuera de su alcance y bien controlados. No olvides poner el bloqueo a los electrodomésticos para evitar accidentes.
De 4 a 6 años:
- Muebles no adaptados a su tamaño: Sillas, mesas y camas para adultos son incómodas y limitan su independencia. Camas bajitas, y sillas donde pueda subir y bajar por sí mismo y que sean ligeras para que las pueda mover sin necesidad de pedir ayuda a un adulto es lo más adecuado para esta edad.
- Armarios y estanterías altas: Intentarán trepar para alcanzar lo que quieren. Evita accidentes asegurando estos muebles o adaptando las alturas. Lo mejor es poner a su alcance todo aquello que puedan coger, así no tendrán la necesidad de trepar salvo que tu peque sea un aventurero y quiera explorar lo que hay en los armarios prohibidos.
De 6 a 12 años:
- Espacios de trabajo no ergonómicos: Al entrar en edad escolar, necesitan una zona de estudio cómoda, pero a su medida. ¡Nada de trabajar en mesas demasiado altas o incómodas!
El Dormitorio del bebé o tu pequeño aventurero de 2 años: Un Refugio a Su Medida
Después de un día lleno de aventuras, el dormitorio es su espacio seguro. Aquí deben sentirse cómodos y tranquilos. Además, es el lugar donde reponen energías para el siguiente día de exploración.
El dormitorio suele dividirse en tres áreas principales sin importar su tamaño, divídelo en mini zonas:
- Área de juego: Organiza sus juguetes en cajones accesibles, coloca una alfombra de juego cómoda para dividir el espacio y añade unas estanterías a su altura. Pon todo lo que necesite a mano para que juegue libremente.
- Área de creatividad: Un escritorio con sillitas adaptadas a su tamaño, junto con cajas de colores para organizar sus libros y materiales artísticos. Así, podrá dejar volar su imaginación cuando quiera. También puedes optar por un carrito de arte. Usando un carrito de 2 o 3 bandejas, puedes colocar todas las pinturas, pinceles, plastilina y todo lo relacionado con la creatividad manteniendo el orden y sin renunciar a un espacio en el escritorio.
- Área de descanso: Y aquí viene el protagonista de este artículo: la cama. Este espacio debe transmitir calma, seguridad y comodidad, siendo funcional en cada etapa de su crecimiento. Debe poder subir y bajar de ella sin peligro y sin depender de un adulto para hacerlo.

La Cama: Clave para un Sueño Reparador y Desarrollo Autónomo
Sabemos que la cama es un lugar esencial en la vida de nuestros peques. ¡Duermen entre 8 y 12 horas al día! Además, un buen descanso es fundamental para su desarrollo físico y cognitivo. Por eso, debemos elegir una cama que no solo sea cómoda, sino que también apoye su autonomía.
Si estás buscando algo que no solo sea práctico, sino también estéticamente bonito y funcional, la cama tipi Montessori es una opción fabulosa. Este tipo de cama tiene un diseño abierto, bajito, perfecto para que suban y bajen por sí mismos. Fomentar su independencia desde pequeños es vital, en la pedagogía Montessori se hace mucho hincapié en la autonomía, y este modelo les da esa libertad de movimiento, algo que se promueve mucho en la pedagogía Pikler. Es una pieza clave para el dormitorio del bebé a partir del año.
Pero además, ¡la cama tipi es toda una aventura para la imaginación! No solo es un lugar para dormir, sino también un espacio de juego donde pueden dejar volar su creatividad. ¿Quién no querría dormir en una tienda de campaña dentro de su propio cuarto?
Resumiendo. El dormitorio del bebé o de tu peque debe ser su santuario, un espacio seguro, acogedor y perfectamente adaptado a sus necesidades. Una cama cómoda, que apoye su autonomía como la cama tipi Montessori, es clave para que descanse bien y, al mismo tiempo, gane confianza en su entorno.
Crear un entorno adaptado a su tamaño y necesidades según vayan creciendo es una de las mejores formas de apoyar su desarrollo. ¡No se trata solo de mobiliario, sino de fomentar su bienestar y autonomía desde bien pequeñitos!